2. El esclavismo
“La humanidad se divide en dos: los amos y los esclavos”
Aristóteles, La política
En la costa occidental de África el tráfico trasatlántico de esclavos comenzó en el siglo XV, más concretamente en el año 1441 con el tráfico de los primeros esclavos africanos llevado a cabo por los portugueses. Los futuros esclavos eran capturados generalmente por otros africanos y transportados a la costa occidental de África. Durante más de un siglo Portugal siguió monopolizando el comercio. A finales del siglo XVI, el Reino Unido empezó a competir por el derecho a abastecer de esclavos a las colonias ultramarinas detentado hasta entonces por Portugal, Francia, Holanda y Dinamarca. En este momento, los ingleses que llegaron con retrazo a la carrera, comienzan a dominar los mares, adjudicándose el liderazgo en el comercio negrero: el primer cargamento fue transportado en 1562. En 1713, la British South Sea Company consiguió el derecho exclusivo de suministro de esclavos a las colonias transoceánicas. La trata continuará siendo legal hasta finales del siglo XIX, con grandes diferencias temporales en los diferentes países.
A través de la costa oriental africana, ya durante el siglo XV, los comerciantes árabes enviaban esclavos de África central a los mercados de Arabia, Irán y la India. Ahora bien, el tráfico de esclavos realizado por europeos, llegó más tarde que a la costa occidental. Fue a partir de 1645 que los traficantes y comerciantes portugueses comenzaron a capturar y exportar esclavos de Mozambique debido a la ocupación realizada por los holandeses, en agosto de 1641, de Angola y Benguela, dominadas hasta entonces por los portugueses. El tráfico se intensificó a partir de la segunda mitad del Siglo XVIII. Ya antes de ese siglo habían salido esclavos de Mozambique, pero en ningún caso el número fue tan elevado y alarmante como desde el Siglo XVIII en adelante. A partir de los primeros años del Siglo XIX, las relaciones comerciales con el exterior pasaron a depender casi exclusivamente de la exportación de esclavos. De todos los puertos de Mozambique se exportaban cautivos para las islas francesas del Índico, América, Arabia, Golfo Pérsico, India y Goa. A partir de 1830, los árabes fueron los principales traficantes de esclavos. Muchas embarcaciones árabes, desde diferentes puertos de Mozambique trasportaron gran número de esclavos para las islas Comores y Madagascar, entre otras regiones. La ciudad de Zanzíbar a partir de 1839 se convirtió en un verdadero centro del tráfico de esclavos en la costa oriental de África. A partir de 1854, el tráfico de esclavos para las islas francesas pasó a llamarse "exportación de trabajadores libres". Esto se debió a la prohibición del tráfico y al control de los ingleses en el Índico.
Las consecuencias del tráfico de esclavos para África fueron negativas, más bien desastrosas, en todos los aspectos.
A nivel demográfico, el tráfico de esclavos causó estragos en el continente africano cuyas consecuencias son sufridas incluso en la actualidad. El éxodo forzado de millones de personas provocó la disminución del crecimiento vegetativo de la población africana, ya que los hombres y mujeres en edad de procreación fueron los más vendidos. Hay regiones que no se han recuperado de la exportación masiva de sus habitantes, los espacios vacíos e improductivos y la falta de mano de obra, delatan día a día el genocidio perpetrado. Es interesante apuntar que entre 1500 y 1870 el crecimiento demográfico acusó en África un retraso sensible con relación al de cualquier otro continente durante el mismo período, y cuando cesó la demanda de esclavos hacia finales del siglo XIX, el crecimiento demográfico alcanzó entre 1900 y 1950 una de las tasas más elevadas del mundo.